8 oct 2008


No fue muy dficil enamorarme de él, era todo lo que yo quería, lo que necesitaba en ese momento y quizá lo que había necesitado siempre, aunque se ocupaba siempre de recordarme los años de diferencia que teniamos ("maldigo una vez más los años que nos separan y me conformo una vez más con la condición de 'amigos'") y de decirme que él sentía lo mismo que yo. A su modo. Él fue mi mentor: me enseñó a expresarme, a tomar decisiones importantes y a desarrollar pensamientos lógicos. Pero por sobre todas las cosas, Él era una eminencia en oratoria y persuasión. Y yo, afrontémoslo, era una presa fácil. No puedo decir qué me gustaba más de él: si su forma de hablar, de escribir o lo misterioso que era. O, quizá, la manera en que me trataba, nunca me habían tratado así: con tanto miedo a que me rompiera, con tanta delicadeza, tanta dedicación. Sus frases aún dan vueltas en mi memoria: "Tus ganas de verme son correspondidas, amigita. Yo también tengo ganas de verte, pero tenés que aprender a controlar tus emociones/deseos. Es fundamental para tu vida, para vos. Tenelo en cuenta".Para cada frase mía él tenía una respuesta perfecta, hecha a medida. "No nos vamos a ver por ahora, pero a no desesperar por eso. No es bueno que creemos una dependencia (el uno del otro) tan fuerte. Es bárbaro poder estar bien, pero no tiene que ser condición única para estar bien, ¿se entiende?" "Bonita de mi corazón, no tengas miedo. El miedo te hace dudar, perder oportunidades: no te deja vivir ni sentir. No temas, aprovechá cada momento como si fuese el último. Cuando lo logres, no vas a sentir más miedo. No más". "Hoy somos amigos, ¿mañana qué? Seremos amigos, amantes, novios o nada. Pero amigos podemos ser siempre. Depende una vez más, de nosotros. Mi amor, las cosas claras". "No te apures a buscar una relación estable. Las cosas se van dando en la medida que nosotros lo permitimos y en el momento que tenga que darse se va a dar. No busques, no fuerces momentos ni decisiones. Relax".Relax. Era su premisa, que suena dulce y hasta cariñosa, como un pedido de tranquilidad. Es grandioso cómo a través de los años las personas utilizan las mismas palabras pero para expresar significados completamente opuestos. Años más tarde, "relajate" tendría idéntico significado que "no me jodas".Acorde trancurrían los días y los meses, mi relación con él se fue afianzando. Hablábamos todos los días, sin excepción. La siguiente oportunidad que tube de verlo fue cuando pasó a buscarme al colegio una tarde de ese mismo año. Fuimos a tomar algo. Yo un jugo de naranja, él una tónica. Una hora después yo estaba volviendo a casa... y se avecinaba la tormenta. En pos de mi personalidad obsesiva compulsiva, yo había estado imprimiendo todas las conversaciones que mantenía por chat con él. Me gustaba leerlas, llevarlas conmigo a donde fuera. Así, cualquier momento de ocio era transormado en placer por mí en cuanto leía las conversaciones. Era fantástico, había descubierto un método que no permitía que en mi cabeza, pasara el tiempo, para no dejar que los momentos se olvidaran, para hacerle decir una y otra vez las mismas frases: "No temas, bonita", "Tus ganas de verme son correspondidas", "Yo también te quiero mucho". Él me estaba incitando, de a poco, a que me gustase, a que pensara en él. Me estaba enamorando... y si por fin lograba su cometido, sabía que duraría para siempre. Dicen que el primer amor nunca se olvida. Y es mentira, porque de el primero me olvidé. Pero de él....

No hay comentarios: